martes, 28 de agosto de 2007

Las cosas tienen que cambiar

Soy parte del quinto año 01 de la escuela de derecho de la PUCV. Fui elegido a principio de año su delegado o representante.

Hoy como curso nos enfrentamos a una situación extremadamente delicada. En la cátedra de derecho tributario, cuyos profesores son Sr. Marco Magasich y Sr. Rafael Martinez, hemos sido víctimas de diversas irregularidades y faltas graves las cuales atenta contra la dignidad y derechos del estudiantes, a saber: falta a los plazos establecidos en reglamento para la entrega de las pruebas (las cuales han sido entregadas a sólo horas de una segunda prueba, siendo escrita y con alternativas), ausencias injustificadas a clases, pésima actitud en la relación estudiante-profesor, ausencia del más básico compromiso con la Escuela. Faltas que no constituyen hechos aislados sino prácticas reiteradas en el tiempo, hace mucho tiempo. Muchísimo creo yo. Por decir algo, el año pasado, al quinto de ese entonces, recibió sus califiaciones sólo dos días antes del examen!!!!! Inconcebible.

Creemos que en algún momento a estas situaciones que atenta contra la calidad de enseñanza nuestra Escuela deben terminar.

Como estudiantes, formamos parte de una comunidad académica, junto a profesores y funcionarios. Cada participé de ésta goza de ciertos derechos y obligaciones. Siempre se ha exigido a los estudiantes rigurosidad en el cumplimiento de sus obligaciones, pero a la hora del ejercicio de derechos se escudan, profesores, en diversos supterfujios. Y los estudiantes, claro que si, tenemos derecho a exigir calidad, respeto y compromiso.

Sabemos que esto no sucede sólo acá, sino en otras cátedras de nuestra Escuela y, por qué no, de la mismaUniversidad. Por algún lado debemos empezar. Y tenemos la plena convicción que los cursos de acción que hemos tomado, negarse a rendir la prueba fijada para este miércoles 29 no obstante las consecuencias académicas que nos traerá, apuntan indefectiblemente a generar cambios y en especial CONCIENCIA de nuestros derechos a los demás compañeros de nuestra Escuela.


AGUANTE 5-01!!!
AGUANTE LA ESCUELA!!!
AGUANTE LOS ESTUDIANTES!!!

sábado, 18 de agosto de 2007

En la busqueda de la Nueva Universidad

Hace un par de días atrás, se realizó en nuestra Universidad (PUCV), el Claustro Pleno, instancia donde el Rector da su cuenta anual de gestión y la comunidad universitaria (no toda, claro está) puede compartir sus apreciaciones.
La intención de nuestro colectivo político Fuerza de Izquierda (ex-lista A) era hacerse presente. Para ello, tanto nuestro Consejero Superior, Israel Freire, y yo habíamos preparado intervenciones. Para nuestra sorpresa, por cuestiones reglamentarias y netamente formales (en caso de Israel su derecho a intervenir fue negado abierta, sólo por un supuesto vencimiento de plazo para inscribir los discursos) nos negaron nuestro derecho a expresarnos.
Esto, no obstante, no nos limitó para intervenir el espacio de "reflexión y encuentro", ya que colocamos un lienzo vistoso que hacía alusión a una demanda estudiantil que es la democratización universitaria: TRIESTAMENTALIDAD.

Quiero compartir con ustedes, partes de las palabras que fueron censuradas, en lo que tocan a Triestamentalidad:

"MIEMBROS DE LA COMUNIDAD UNIVERSITARIA Y AUTORIDADES PRESENTES:
Deseo formular en este Claustro la siguiente pregunta:
¿Qué Universidad estamos construyendo?, y por tanto ¿de qué tipo de modelo de Universidad somos parte?
Y creo que la respuesta puede darse en base a tres ideas, que tienen una concepción negativa: INDIVIDUALISMO, VERTICALISMO y MERCANTILISMO.

Verticalismo
La Universidad no es un cuartel. La Universidad, por sus especiales características, no puede ser un lugar donde las decisiones trascendentales se tomen por algunos pocos, reunidos en consejos y entre cuatro paredes, y obedecidas si más por el resto de la comunidad universitaria.
El norte de nuestra Universidad, sus políticas, planes de desarrollo institucional, es decir, aquellas decisiones que determinan el deber ser y el alma de la Universidad, deben necesariamente ser discutidos y adoptados por TODA la comunidad: profesores, estudiantes, funcionarios; para que todas las visiones y no unas pocas sean las que determinen la marcha de la Universidad, como lo que ha sucedido con la situación de CURAUMA donde las opiniones de parte importantes de la comunidad universitaria no fueron escuchadas y respetadas.
Debemos, por tanto, como comunidad concebir y auto exigirnos, en el corto plazo un proceso vertiginoso hacia una efectiva redistribución del poder, que desemboque en una triestamentalidad democrática y representativa.
Y que quede claro, los estudiantes tenemos claro que la triestamentalidad no es un fin, sino un medio, quizás el más importante, para construir nueva Universidad".

domingo, 12 de agosto de 2007

Ya basta

Ya basta.
Basta de qué me pregunto. Y me respondo yo mismo.
Es que me hastié. Estoy con la mierda hasta el cuello.
Me aburrí.
No quiero escucharlos más. No quiero verlos en la tele, leer diarios y "navegar" y encontralos por ahí y tener que soportar (porque esa es la palabra) tanta palabra y discurso de papel con pobreza moral, con supuesto conocimiento de lo que necesitamos y de lo que debe hacerse.
No quiero más que me digan: "Chile es un país estable"; "nuestra economía es la mejor de sudamérica" y bla bla bla. Que se llenen la boca de cifras y otra cantidad de estupidez que dan sólo entender su desconocimiento social, soberbia y lejanía.
Me aburrí de sus descalificaciones al otro por sólo opinar distinto, de sus bailes de cohala, de sus eternas discusiones para ver quien la tiene más grande.
Me cansé de sus esquemas desbordados y trasnochados, de sus binominales, de sus consejos, de sus arreglos, de sus coimas, de sus sobresueldos.
Pero sabes que es lo peor. Que cosa. Es que están en todos lados. En serio?
Así es. Los grandes están ahí, donde tienen que llegar para llamarse ellos mismos "grandes", en la casa donde hacían monedas y en edificios hitlerianos de la av. Argentina
Pero también están los chicos, que ya no se salvan, y que para hacer grandes tienen que aprender en lugares como Rawson (no la isla endemoniada) o al lado del baño de una conocidad escuela de derecho.
Por eso y otras tantas cosas más: Ya basta.